Usar el aire acondicionado en modo calor es una de las formas más comunes para calefaccionar los ambientes en los días fríos. Y así como en verano es importante mantener el termostato en 24° para no gastar de más, en invierno es recomendable colocarlo en 20°.

Un equipo split de 2200 calorías (clase A o superior) alcanza para calefaccionar adecuadamente un ambiente de entre 50 a 60 mts que no presente filtraciones de aire frío («chifletes») en puertas y ventadas.

La temperatura ideal es 20º C durante el día para asegurar un consumo promedio de de 1,01 kWh que equivalen a un gasto estimado de $4,65 por hora según el cuadro tarifario vigente desde el pasado 1 de mayo, que incluye la suba de 9%. Previo al aumento era de $ 4,25.

Por cada grado que se suba el termostato, la demanda de energía puede incrementarse entre 7 y 9%.

Por ejemplo, al elevar el aire en 21° el gasto por hora se eleva también a $ 5, mientras que al colocarlo en 22° pasa a facturarse $ 5,38 para los 60 minutos y en 23° pasa a $ 5,84.

De día, atendiendo los parámetros regulares de confort y eficiencia, 20º resulta una temperatura razonable para un ambiente aislado con ocupantes que usan un abrigo ligero.

Por la noche, cuando las temperaturas bajan pero se duerme con mayor abrigo, puede dejarse el aire entre los 15 y 17º C en modo calor. Es importante mantener una temperatura constante, a diferencia de lo que se cree, elevarla de golpe sólo aumenta el gasto y no resulta eficiente.