El lunes 23 de enero se llevó a cabo la audiencia pública para la adecuación tarifaria del servicio de distribución de energía eléctrica, que fue organizada por el ENRE y de la que participó Edesur como prestadora el servicio en 12 comunas de la Capital Federal y 12 partido del sur del Gran Buenos Aires.

En su intervención en representación de la compañía, Jorge Lemos, jefe de Regulación, aclaró que de la factura que pagan los usuarios solo el 17% queda en manos de Edesur, lo que no alcanza para cubrir los gastos operativos.

Esto coloca a las tarifas de la distribuidora como las más bajas de la Argentina y de Latinoamérica. El 50% de los usuarios residenciales dentro de la zona de concesión paga menos de $ 1800 por mes, de lo que Edesur se queda con $ 300. En contrapartida, el servicio de cable básico promedio ronda los $ 5000 y llenar un tanque de nafta $ 6000.

Se llega a este atraso tarifario como consecuencia de la falta de actualización periódica del Valor Agregado de Distribución (VAD), lo que afecta negativamente la gestión de las distribuidoras, a lo que se suma que en los últimos tres años se postergó la realización de la Revisión Tarifaria Integral (RTI).

Pese a esta situación, entre 2020 y 2022 mejoró la calidad del servicio y la atención comercial, mientras que la compañía tomó deuda para realizar inversiones por $ 96.784 millones. La compañía sigue sin repartir dividendos desde 2008.

El aumento de tarifas no tiene impacto inflacionario. A pesar del congelamiento tarifario, la inflación continúa escalando, al alcanzar un 94,8% en 2022, el registro más alto en 32 años.

Respecto al acuerdo que Edesur firmó con la Secretaría de Energía y el ENRE por la deuda con CAMMESA, se aclaró que el mismo tiene origen en una Ley del Congreso y es igual para todas las distribuidoras del país.

La compensación recibida corresponde a las ayudas otorgadas a los usuarios por la pandemia y el congelamiento de tarifas del año 2020. ​Para saldar la deuda existe un plan de pago, pero para cumplir con el acuerdo es necesario que los ingresos cubran sus costos.​

Hoy Edesur no recibe subsidios ni ningún tipo de ayuda estatal.

En conclusión, resulta imprescindible comenzar un proceso de Revisión Tarifaria Integral para poder alinear la remuneración, el mecanismo de actualización y el nivel de calidad.

El desarrollo de la red de alta tensión necesita de una planificación plurianual y la creación de instrumentos regulatorios para garantizar la ejecución de las obras.