Ricardo Coco Niz, nuestro personaje del 2019 edesur 09/12/2019

Ricardo Coco Niz, nuestro personaje del 2019

Pocos estudian para cambiar su vida a partir del reciclaje. Ricardo ‘Coco’ Niz (56) lo hizo a mucha honra. Pasó de estar en situación de calle a ser cooperativista, promotor ambiental y gerenciar la Cooperativa de Reciclaje El Correcaminos. Nosotros apoyamos su emprendimiento porque su historia de esfuerzo y trabajo nos inspira.

Su vida no fue nada fácil. Cuando cartoneaba en 2001 debía mantener a cinco hijos, o lo que él denomina ‘cargar responsabilidades humanadas’, y garantizarles un plato de comida, salud y educación. Sus ganas de desarrollarse en un oficio cambiarían su destino en los años venideros.

Ahora su liderazgo de El Correcaminos le ha permitido vincularse con empresas públicas y privadas, y con ellas participar de acuerdos que fomentan la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Uno de estos acuerdos, firmado con ENEL y Edesur, está facilitando la economía circular en una escala en que beneficia a unos 150 actores diferentes: familias de recicladores y empresas y miles de vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.

De Entre Ríos a Once

Coco -como cariñosamente le llaman- creció en un reformatorio en Colonia Yerúa, una pequeña municipalidad del noreste de Entre Ríos. A sus 14 años escapó de las palizas que se hicieron cotidianas. Llegó a Buenos Aires una tarde de invierno de 1977, sin conocer a nadie, sin dinero, sin sin lugar para dormir. Literalmente ‘en la calle’. “No recuerdo ni el día, ni el mes ni la hora. Solo que hacía frío. Y sé que fue el ’77, porque un año más tarde se celebró el Mundial de fútbol de 1978”.

En las inmediaciones del Cementerio de la Chacarita, Coco encontró un espacio para descansar. No puede precisar si estuvo semanas o meses, lo único que recuerda es que un día decidió caminar y llegó al barrio de Once. Durmió ocho meses en el Mausoleo de Bernardino Rivadavia en Plaza Miserere; allí cocinaba y tomaba mate con otros compañeros. Por entonces era obrero de la construcción en el ferrocarril.

Ricardo Coco Niz vivió en la calle, en Once, cuando llegó a Buenos Aires. Desde allí elegió contarnos su historia.

Coco vivió en la calle, en Once, cuando llegó a Buenos Aires. Desde allí elegió contarnos su historia. (Edesur)

Cambio de vida

Pero la situación que le cambiaría la vida llegó meses más tarde, cuando viviendo debajo de un puente en Villa Crespo, una monja que le daba catequesis –en ese mismo lugar- le propuso ir a la escuela. “Accedí a cambio de que ellos me dieran la vianda para mis hijos. A partir de ahí empezó mi libertad”, dijo.

Coco leía todo lo que caía en sus manos hasta que un lunes, escarbando basura en un contenedor, encontró una revista que hablaba de cooperativas. «La guardé y la llevé para mostrar a las 43 familias con las que vivía en el puente. Se las leí y les expliqué que esa era nuestra esperanza».

Aunque no estaban muy convencidos, sus compañeros firmaron para crear la Cooperativa y ahí se abrió la segunda puerta de su vida. «Primero fue la escuela y luego la posibilidad de trabajar y ganar un salario». Desde entonces, en 2001, dedicó año a año a construir El Correcaminos en el barrio porteño de Barracas.

Los descansos entre jornada y jornada de reciclaje son con mate y amigos.

Los descansos entre jornada y jornada de reciclaje son con mate y amigos (Edesur)

Unos cuantos años pasaron hasta lo que es hoy Correcaminos. Una cooperativa de reciclaje, situada en la localidad de Barracas, en la capital de Buenos Aires, que le da de comer a casi 50 familias y proyecta en un futuro llegar a 100. Vende 35 toneladas de materiales reciclados por mes y afirman que quieren duplicar esa cifra.

Coco se autodenomina indigente. «Es lo que nos tocó. Vergüenza me daría ser delincuente. Por suerte, reciclando basura he podido mantener a mi familia y sacar a mis hijos adelante. El Correcaminos es la devolución a toda esa gente que pagó impuestos para que yo estudiara y que ahora permite que nosotros paguemos impuestos como contribuyentes para que los niños que están en la misma situación que nosotros hace años estudien y vayan al colegio».

El primer paso de Coco por Buenos Aires fue en Chacarita (Edesur)

El primer paso de Coco por Buenos Aires fue en Chacarita (Edesur)

Correcaminos en cifras

Coco está satisfecho de haber creado una estructura que le permite trabajar para mantener a los suyos y a otras 46 familias más de recicladores. Cada miembro, incluido él, tiene una función dentro de la cooperativa y sus tareas abarcan el reciclaje de hasta 20 tipos de residuos diferentes.

«Acá trabajamos todos. Las tareas las asignamos según las capacidades de cada uno, de manera que no quede nadie sin participar. Fomentamos el trabajo colaborativo, la inclusión y el reconocimiento del otro», asegura Coco y detalle todos los materiales que trabajan:

Materiales que recicla la cooperativa El Correcaminos, el Barracas.

Materiales que recicla la cooperativa El Correcaminos, el Barracas.

Derivados vegetación

  • Papel
  • Cartón
  • Revistas
  • Diarios
  • Libros

Derivados Minerales

  • Cobre
  • Bronce
  • Aluminio
  • Chatarra (metal ferroso y no ferroso)

Derivados Plásticos

  • Pet Cristal
  • Pet Verde / Celeste
  • Pet envases de aceite
  • Soplados (envases lavandina, detergentes, aceites, desodorantes de ambiente)
  • PVC
  • ABS

Derivados aluminio

  • Aerosoles
  • Metales ferrosos

Otros

  • Vidrio
  • Poliestireno expandido (telgopor)
  • Residuos electrónicos

Parte del acuerdo que firmó Correcaminos con Edesur consistió en realizar una instalación eléctrica interna y externa para conectar dos máquinas compactadoras de residuos. Esto marcó el inicio de una relación que no ha parado de crecer y fortalecerse.