En 1923 se inauguró una de las construcciones más emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires, el Palacio Barolo. Un edificio inspirado en la obra “La divina Comedia” del poeta Dante Alighieri, que surgió como idea entre el empresario Luis Barolo y el arquitecto Mario Palanti.
En el centenario de la Revolución de Mayo, Barolo conoció a Palanti, a quien contrató para realizar el proyecto de un imponente edificio que se convertiría en una propiedad para rentas.
Una arquitectura única
La división general del Palacio, inspirada en La Divina Comedia, cuenta de tres partes: infierno, purgatorio y cielo. En primer lugar, las nueve bóvedas de acceso representan los nueve pasos de iniciación y las nueve jerarquías infernales; mientras que el faro simboliza los nueve coros angelicales.
El edificio posee 100 metros de altura, lo que representa los 100 los cantos de la obra de Alighieri. En esa línea, el edificio cuenta con 24 plantas conformadas por 22 pisos y 2 subsuelos.
En el punto más alto se sitúa la cúpula, donde un faro giratorio de 300 mil bujías ilumina la Ciudad. Sobre el faro se puede observar la constelación de la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Barolo.
Los diversos detalles caracterizan a este emblemático edificio, desde las citas personales en latín sobre la obra del Dante, hasta su majestuosa apertura, llevada a cabo en la fecha del aniversario del poeta.
Además del Palacio Barolo, Palanti fue el arquitecto de nuestra sede central ubicada en la intersección de las calles San José y Alsina en el barrio porteño de Monserrat. Se trata de un patrimonio histórico, también conocido como Palacio Valsecchi.
Acompañamos a los edificios emblemas de nuestra área de concesión y estamos orgullosos de llevarles energía.