Llega el frío y con él las horas de luz natural se reducen. Usamos más energía eléctrica para iluminar los ambientes y también para calefaccionarnos.

Es entonces que el consumo aumenta y esto impacta también en nuestras facturas.

A continuación, te damos algunos consejos para que prepares tus ambientes y logres calefaccionarlos de forma inteligente, reduciendo el gasto y optimizando el impacto en tu factura.

Antes de elegir el artefacto ideal para calefaccionarte es necesario aislar correctamente los ambientes para que el calor no se pierda. Para ello te recomendamos:

• Chequeá ventanas y puertas para minimizar al máximo las filtraciones de aire frío, también conocidos como «chifletes».
•  Ayudate con burletes o masilla para aislar aberturas. Utilizá sistema de doble vidrio de ser posible.
• Durante el día abrí persianas y cortinas para aprovechar la luz y el calor natural que brinda el sol.
• Durante la noche, cerrá bien las ventanas y bajá las persianas para proteger las superficies vidriadas del frío y así ayudar a aislarlas.
• Cerrá los ambientes que no estés utilizando para evitar pérdida inútil de energía. Para renovar el aire de los mismos, es suficiente abrir las ventanas de 5 a 10 minutos.
• Recordá apagar la calefacción cuando dejás un ambiente.

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