La mejora en la calidad de servicio de Edesur es un hecho público y notorio. Los datos así lo indican.

Desde el inicio de la Revisión Tarifaria Integral en 2016 hasta la fecha, Edesur redujo un 55% los cortes en toda el área de concesión, con una inversión de más de u$s 826 millones.

Estos aportes se destinaron a la compra, instalación y sustitución de equipos de alta tecnología, así como el mantenimiento y monitoreo de toda la red, para garantizar su correcto funcionamiento y una mejorar la calidad de servicio.

89% menos de $ 2.000

El 65% de los clientes residenciales de Edesur abona una factura final de $ 1.000 promedio por mes, mientras que el 24% paga entre $ 1.001 y $ 2.000 por mes, lo que arroja un 89% de clientes pagando facturas que no pasan de los $ 2.000.

Al mismo tiempo, el consumo en los barrios populares del Gran Buenos Aires aumentó 70% en los últimos 8 años, en especial en los partidos de Quilmes y Lomas de Zamora.

El proyecto de atención en zonas vulnerables, con obras de normalización del servicio eléctrico, le permitió a Edesur llegar a más de 70 barrios vulnerables en pocos meses, beneficiando a más de 29.000 hogares del área de concesión.

Menos reclamos comerciales

La pandemia también marcó un hito en la forma en que la distribuidora se relaciona con los clientes, ya que aceleró la digitalización y logró que la atención en canales digitales subiera 55% y la interacción más de 100%. No es menor que los reclamos comerciales disminuyeron 40% frente a 2019.

A pesar del congelamiento tarifario durante los últimos dos años, todos los esfuerzos de Edesur se centraron en mejorar la calidad de servicio y en el fortalecimiento de la cadena de valor, evidenciado en la generación de trabajo de calidad para más de 15.000 familias, entre empleo directo, contratistas y proveedores.

Solamente en 2020, Edesur inyectó $ 25.900 millones de pesos en la economía argentina, lo que significa casi $71 millones cada día.

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